Capitulo 2.3

2.3

Tal y como reconozco su voz , cuelgo el telefonillo y lo ignoro pero en cuanto hago aquello vuelve a llamar y esta vez con mas intensidad , lo vuelvo a descolgar y contesto:

— Que—. Espeto.

— Me estás cabreando Mara y creéme , no te gustaría verme enfadado. Abre la maldita puerta.

¿Es una amenaza? Pues así conmigo va de culo.

— ¿Va a despedirme por no abrirle la puerta de MÍ casa en mitad de la noche señor Fernández? Adelante , hágalo , a ver que tal le sienta tu jefe.

Se queda callado. ¡Punto para Mara! Oh si , reboso de alegría , le he dado un ¡zas! en toda la boca como diría Sheldon Cooper. Al no oírle imagino que se habrá ido así que feliz de la vida cuelgo el telefonillo y camino hacia el sofá , pero antes de sentarme suena el timbre..No es posible , no puede ser el. ¡Por favor que sea la vecina de enfrente pidiendome azúcar! Junto las manos y miro hacia arriba pidiendole aquello no sé muy bien a quien , y luego vuelvo al recibidor , miro por la mirilla de la puerta y..¡Bingo! El rubiales dispuesto a todas por entrar a mi casa. ¿Que hago llamo a la policía? Me empieza a dar miedo pero a la vez es divertido , me río yo sola levemente para que no me oiga y entonces me pongo seria cuando escucho tras la puerta:

— Mara. Abre la puerta. ¡Ya!—. Exige el rubio.

— No me da la gana. ¿Quien te crees para venir a mi casa a estas horas? Venga hombre , a pastar al campo.— Respondo.

Entonces , cuando me alejo un poco de la puerta por instinto , oigo unas llaves y abro los ojos como platos mirando la cerradura de mi puerta. ¡Venga ya! ¿Como demonios va a tener llaves de mi casa? ¡Joder no puede ser! Maldigo una y mil veces y sí , son las llaves de mi precioso apartamento ¿Cómo las tiene él? Enseguida lo averiguaremos. Abre la puerta y pasa con una sonrisa irónica en sus labios muy del tipo Damon Salvatore , doy varios pasos hacia atrás , sé que sólo viene a dar la lata o a mandarme a la cama ¿De que forma? No lo sé , pero me da respeto.

— Si me haces algo llamo a la Lore y mata a sartenazos , aviso.— Amenazo poniendo ambas manos delante de mi y camino hacia atrás y sin darme cuenta estoy en el salón.

El solo sonríe mirandome , luego me mira de arriba a bajo y entonces es cuando recuerdo que voy en pijama y esta vez no es mi pijama de Hello Kitty de raso , no , es un pijama de leopardo y encima corto. Deja las llaves en el mueble del recibidor , ala tú como si estuvieras en tu casa -pienso yo-. Comienza a dar pasos hacia mi y yo no sé que hacer , ¿llamo a la poli? ¿Me querrá violar? ¿Viene a reirse de mi? ¿¡A que coño viene!? Estoy nerviosa , ay si mi Luis estuviera aqui..¡NO! ¡Por dios Mara como puedes pensar eso! Doy otro paso mas y choco con el sofá entonces el me acorrala , avanza hacia mi más rápidamente y se pega a mi rodeando mi cintura con un brazo para evitar que caiga en el sofá , noto su cuerpo con el mío , su pantalon vaqueron en mi piel y el algodón de su camiseta de color rojo en mi abdomen y pecho debido al pequeño escote que llevaba el pijama. 

— Pareces..Hm..¿Cómo decirlo? ¿Asustada?.— Me dice con recochineo y se muerde el labio inferior con discrepción.

En realidad sí , por que no sé muy bien que va a hacerme.

—No. No le tengo miedo a nada ni a nadie.— Respondo intentando ser convincente , aunque su media sonrisa me dice que no ha sido nada convincente.

Ríe y baja la mirada , luego la alza de nuevo y me mira a los ojos sin apartar la puñetera sonrisa de sus labios. Cuando menos me lo espero me coge de la cintura y me eleva cargandome en su hombro como si fuese un saco de papas , yo doy un gritito al no esperarmelo y luego pataleo a la vez que le pego en su homo plato algunos manotazos.

—¡Bajame rubio de mierda! ¡Bajame ya! ¡Sueltáme o llamo a la policía!.— Exclamo sin dejar de patalear y moverme para que me baje.

Él camina conmigo a hombros , parece darle exactamente igual que le pegue , que patale y que grite , camina en dirección a mi cuarto. ¿Ha venido una vez y ya sabe dónde está mi habitación? ¡Aún tengo que averiguar de donde ha sacado las llaves de mi casa! Abre la puerta y entra como Pedro por su casa en mi habitación la cual no está muy ordenada , camina hacia la cama y me tira despacio sobre ella , caigo en el colchón un tanto despeinada y lo miro enfadada.

—¡PUNTO UNO! La primera y ultima vez que te cuelas en mi casa a estas horas de la noche. ¡PUNTO DOS! Ahora mismo me das las llaves que tienes de MÍ casa y no sé por que. ¡Y PUNTO TRES! Fuera de mi casa ya.— Digo todo aquello alterada y advirtiendole con el dedo poniendome de rodillas sobre la cama y el me mira llevandose una mano a su barbilla , se la rasca y se cruza de brazos mirandome.

— Sólo he venido a meterte en la cama así que relaja esa boca. Eso para empezar y para acabar tengo llaves por que quiero. Yo busqué tu apartamento te lo recuerdo , así que tengo una copia , debo cuidar a mis empleados.— Responde.

Su tono es calmado , pero a la vez chulesco. ¿Cómo puede estar calmado? Dios , no puedo con el , me hierve la sangre.

— Se meterme en la cama sola gracias. Y el hecho de que me busques tú el apartamento no implica que debas tener llaves de él , vamos digo yo , llamáme loca pero no tengo llaves del apartamento de mi mejor amiga y yo le busqué el piso así que..Vete de mi apartamento Sergio no te lo volveré a repetir. 

Me pongo de pie y lo saco de mi habitación a la fuerza , cierro la puerta de mi dormitorio y cuando me giro , me pega sobre la puerta , ya está con sus jueguecitos para mojar bragas , lo miro seria , sin dejar que me afecte la falta de sexo que llevo encima ni lo bueno que está , apoya una mano sobre la puerta y me mira , acerca su rostro al mio y roza su nariz con la mía , ay dios..Me he derretido..Soy una maldita blanda..¿Quien no lo sería con este pedazo de rubio? Acerca mas sus labios a los míos y cuándo parece que va a besarme suena el timbre , el bufa y rueda los ojos. 

—¿Quien te llama a estas horas?.—

Lo miro alzando una ceja a modo de: ¿En serio estas preguntandome eso cuando eres el primero que se ha presentado en mi casa casi a la una de la madrugada? Hay que tener morro. Cruzo el salon y llego al recibidor abriendo la puerta , cuando hago aquello me encuentro a una mujer mayor , quizás de uno sesenta y pocos años , tiene toda la pinta de ser una vecina , antes de que pueda hablar ella me corta.

— Chica ¿Estás bien? He oído gritos y me he asustado y me he dicho voy a acercarme a ver si es que le pasa algo.—

Muero de ternura , que amable..Esto me hace echar de menos a mi abuela , ella es así , escucha algo raro y ya esta o en la ventana o con la puerta abierta dispuesta a ayudar y a preocuparse bueno..Y a cotillear también. Niego con la cabeza con una sonrisa y siento que Sergio se coloca al lado mia agarrando mi cintura.

— No señora tranquila , es solo que..A mi antiguo compañero de piso se le han olvidado cosas aqui pero ya se va.— Hago que suelte mi cintura y le doy un pequeño empujón para que salga por el marco de la puerta.

— Bueno , bueno vale. Si necesitas algo alguna vez llámame , estoy justo en frente de ti. Buenas noches guapa.— La amable vecina de en frente me sonrie y se despide con la mano volviendo a su casa.

Rápidamente cuando veo a Sergio despistado observando a aquella amable anciana cierro la puerta , ya no puede entrar tiene las llaves aquí así que..Pa' tu casa rubiales. Me llevo la mano a la boca y me río a carcajada limpia cuando le escucho llamar a la puerta bajito , incluso le oigo decir:

—Mara , vamos Mara abre. Prometo no hacer nada.— Murmura para no volver a hacer ruido.

— Lo siento Sergio. Mañana tengo que trabajar no debo entretenerme es hora de dormir. Buenas noches.

— Me alejo de la puerta y le oigo murmurar pero no sé que dice esta vez debido a que me voy alejando.

Con una sorisa de oreja a oreja por mi triunfo me voy a la cama , Mara dos , el jefe cero. Apago todas las luces y cojo el móvil , abro la puerta de mi habitación , destapo la cama y me meto en ella acomodándome , dejo el móvil en la mesilla de noche y cierro los ojos cayendo en un profundo sueño minutos despúes..