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Me gusta todo de ti.

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lunes, 5 de enero de 2015

Capitulo 3.9

 3.9

Abrí los ojos, un halo de luz que entraba por la ventana y daba justo encima de mi cara me había obligado a hacerlo, me giro sobre la cama pero no veo a Sergio lo único que pude encontrar al tacto fue un papel, una nota sobre la almohada que decía:

                                               TE RECOJO A LA 1 PARA COMER JUNTOS.
                                                    BESOS, SERGIO.

Al leerla sonrío pero me entristece ver que no está, me hubiese gustado despertar a su lado y más después de lo de anoche. ¿A dónde habrá ido? Suspiro y me levanto de la cama cogiendo la primera camiseta que tengo a mano, no pienso ni desayunar, directa al baño, necesito una ducha de agua templada seguro que me sentará genial. Cierro la puerta del baño y me deshago de la camiseta, abro el grifo y cuando compruebo que el agua está a mi gusto me sumerjo en ella mientras disfruto de su temperatura.

Recojo y ordeno un poco el apartamento, sobre todo mi cama, cambio las sabanas y se me escapa una pícara sonrisa al recordar sus besos, su respiración acelerada, sus caricias, su cuerpo contra el mío, piel con piel..Dios que hombre. Al terminar de hacer la cama echo un vistazo al reloj ¡las doce y media! Debo darme prisa o llegaré tarde, Sergio es muy puntual. Rápidamente abro el armario y la verdad es que no sé que ponerme, por que ni siquiera se a donde se supone que vamos a comer. ¿Falda, vestido o pantalón? ¿Informal o casual? En momentos así necesito a mi asesora personal, a mi Lorena, a la que todavía no le he dicho que he vuelto.

Vuelvo al baño y me quito la toalla, ya he elegido mi ropa: Pitillos negros, blazer del mismo color y una camisa celeste con unos tacones negros también, creo que así y con el pelo liso estaré perfecta. Enciendo el secador y comienzo a alisarme el pelo sin dejar de darle vueltas a la cabeza, desde que conocí a Sergio me atrajo y mucho y la idea de que fuese mi jefe me ponía a cien, pero ahora que de golpe y de pronto hemos dado no uno si no dos pasos hacia delante me siento rara, no es como con Luis, es más, estoy empezando a sentir que no me apetece ir a comer con él. ¿Que es lo que me pasa? Ahora que tengo lo que deseo..No estoy reaccionando como debería, todo apunta a que esto es miedo a lo desconocido..¿Pero que miedo voy a tener si me lo he tirado?

Ni si quiera me maquillo, dejo el secador y voy a por el móvil, lo desbloqueo y abro el whatsapp, busco mi conversación con Sergio y tecleo:

No voy a poder ir a comer contigo, lo siento. 12:45 

En seguida le veo en línea y en cuando lo lee, escribe.

¿Por que no? 12:45

¿Y ahora que respondo? Bueno siempre he sido la reina de las excusas, piensa Mara piensa..¡Ya sé! Lo típico de que no me encuentro bien funcionará. Le escribo esa respuesta, sigue en línea lo ha leído pero no me ha respondido, por lo que puedo deducir que se ha enfadado, claramente. No quiero ni cruzármelo el lunes, espero que no le dé por hacer una visita a la tienda. 
Suspiro y me apoyo en la pared, necesito reunión urgente con el consejo de sabias así que hablo al grupo y propongo un almuerzo conjunto, mientras responden me acuerdo de que llevo días sin mirar el buzón y seguro que estas dos con el folleteo no habrán bajado tampoco. Dejo el móvil en la mesilla del recibidor, cojo las llaves y salgo en zapatillas de andar pos casa, al mas puro estilo poligonero, cierro la puerta y llamo al ascensor sin dejar de pensar en el rubio. No sé por que me ha dado el pánico después del polvo, normal no es...

Abro mi buzón y para mi sorpresa tengo una carta, una carta muy bonita, cuando le doy la vuelta descubro que es una invitación de boda con los nombres: Consolación y Javier. ¡No me lo puedo creer! ¡Mi veredicto se cumple! Sabía que estos dos acabarían casados y me encanta saberlo, mi adorada prima se me casa y antes que yo..Lo que habría dado yo por llegar a ese punto con Luis, además que lo teníamos todo tan planeado..Suspiro al acordarme de esas charlas que teníamos en las que pensabamos hasta el nombre de nuestros hijos, este es mi problema, sigo anclada a él y necesito desanclarme, por eso tengo miedo a empezar algo con Sergio, tengo miedo de que no sea igual y de hecho no lo son, no tienen nada que ver uno con otro.


En cuanto vuelvo a casa cojo el móvil con intención de llamar a mi prima directamente para darle la enhorabuena, pero al desbloquearlo veo que tengo una notificación de whatsapp, Sergio no es, creo que este de los que se enfadan es como yo, hasta que no se le pase mejor ni le mires, es del grupo todas están de acuerdo y a las dos estarán en mi casa con comida china y helados. Busco el número de mi prima en la agenda y pulso para llamar, justo después del primer tono me lo coge.

—¡Hola pri!— Me saluda con efusividad y yo trato de no emocionarme al oir su voz..La echo tanto de menos.

—¡Pri! Tengo en mis manos la invitación de tu boda. ¡Enhorabuena!.

—¡Gracias! Tía estoy que no me lo creo al final tenías razón y mira, a casarnos se ha dicho. ¿Cómo estás? 
¿Ya has vuelto de Las Vegas?.—Me pregunta.

—Sí volví ayer.

—¿Tan pronto?.

—Sí pri, es un poco largo ya te contaré..

—¡Ah no! No me dejes con la intriga Mara que lo odio.

Resoplo y ruedo los ojos le hago un resumen de lo que ha pasado mientras doy vueltas por el piso, solo la oigo decir sus típicas palabras: 'Que fuerte' 'Hija puta'. Me echo a reír al escuchar su reacción cuando llego a la parte en la que me acuesto con Sergio, después le cuento como me siento ahora, se hace un diminuto silencio entre las dos y entonces ella toma la palabra:

—Mara, sinceramente creo que deberías pasar página, veo a Luis casi a diario y  está de puta madre con la guarra esa. Si él ha olvidado en menos de un mes deberías proponerte hacer lo mismo.

Suspiro y asiento como si pudiera verme, mi prima lleva toda la razón del mundo; como siempre. Si no me olvido de Luis voy a perder una buena oportunidad con Sergio y no quiero perder mas trenes de los que he perdido por no olvidarme de él pero, ¿cómo paso página? No sé por donde empezar, estoy mas perdida que nunca. Después de hablar unos minutos mas me despido de ella y mando muchos besos a la familia, Javi incluído. Cuelgo el móvil y me dejo caer sobre el sofá dándole vueltas a las sabias palabras de mi prima. 

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