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Tras varias horas de viaje y mientras
yo he estado dormida, por fin llegamos a Madrid y lo primero que veo
es la Castellana, me estiro un poco dentro del coche mientras el
rubio se rie observándome por el rabillo del ojo.
—¿Has dormido bien preciosa?.
Yo asiento ante su pregunta y su dulce
tono de voz, algo me dice que se ha llevado medio camino mirando como
duermo, de ahí esa ternura. Sergio sigue conduciendo hasta llegar a
la puerta de Alcalá y busca un buen aparcamiento, yo me pongo los
zapatos y me preparo para salir del coche, mientras aparca abro
Instagram y los likes de las
fotos con Sergio en semana santa han llegado a ser cincuenta, ¡todo
un récord! Nunca he pasado de los diecisiete o los quince, creo que
mas de una le ha dado me gusta por el pedazo de rubio que llevo al
lado. También aprovecho mientras escucho como mi jefe echa el freno
de mano y aviso a mi madre de que he llegado sana y salva.
Nos
bajamos del coche y el rubio me ayuda con las maletas, saca la mía y
deja la suya en su pedazo de Audi.
—Gracias
por el viaje, y sobre todo por venir conmigo.—Le digo mientras lo
miro con una sonrisa.
El me
sonríe y en seguida me atrae hacia el y me pega a su cuerpo, yo
tengo que mirarlo desde abajo como si fuera un hobbit.
—Ha sido mas que
un placer, además tu prima y su chico me han caído genial. Son un
poco intensos pero muy agradables.—Me dice mientras me coge del
mentón.
Y tal y como me
imaginaba me besa, lenta pero sensualmente y eso hace incluso que me
excite, este hombre tiene una habilidad increíble, solo con rozarme
o con mirarme ya me tiembla todo, algo que con Luis me pasaba solo al
principio, bueno miento, jamás me he puesto así solo con una mirada
de Luis. Después del beso mi móvil vibra y lo saco, es un whatsapp
de Nerea, preguntándome si ya he vuelto de Sevilla, respondo en
seguida para decirle que si y cuando voy a guardarlo me llama,
descuelgo el teléfono bajo la mirada azul del rubio.
—Dime guapa.
—¿Estás en
casa?.—Pregunta ella directamente y yo frunzo el ceño ante su tono
de voz, el cual parece algo agitado.
—Sí, estoy junto
al portal con la maleta. ¿Pasa algo?.
—¿Podemos ir a
verte?
Yo frunzo el ceño
mas confusa aún.
—¿Podemos?.
—Reunión
urgente.
Uh..Eso no suena
nada bien, cuando hay reunión como nosotras la llamamos es por que
algo grave ha pasado o va a pasar, en seguida le digo que si, que
vengan que estaré aquí, nos despedimos y cuelgo el teléfono
guardándolo en el bolsillo de mi pantalón.
—¿Pasa algo
pequeña?—Pregunta Sergio con cierta preocupación.
—Tengo..Reunión
de chicas. ¿No te importa verdad?
Él me sonríe y yo
siento que cada vez me enamoro mas de esa sonrisa.
—Claro que no.
Pero mañana te quiero para mi. ¿Vale?—Yo asiento y el besa mi
frente. —Te recogeré cuando salgas de trabajar y comemos juntos.
Una vez dicho eso,
me vuelve a dar un pequeño beso pero esta vez en mis labios, me
sonríe pero sin mostrar los dientes y yo sonrío como una auténtica
lela, rodeo el coche mientras tiro de mi maleta y el se sube,
se despide de mi con la mano y espera a que yo entre en el portal,
cuando introduzco la llave y abro me giro, me vuelvo a despedir de el
y le tiro un beso, el me sigue el juego, lo coge y lo lleva a sus
labios, me rio como una adolescente y entonces arranca y se marcha
mientras yo me adentro en mi portal para coger el ascensor.
Después de apenas
media hora suena el telefonillo, abro directamente puesto que sé que
son las chicas, cuando suben en el ascensor les abro la puerta del
apartamento y las hago pasar, viene hasta Lorena, por lo que debe ser
algo que me he perdido en..¿Dos días? Bueno día y medio. Ninguna
dice nada, se limitan a saludarme, ni me preguntan que tal me ha ido
y yo empiezo a asustarme por que una de dos: O tiene que ver conmigo,
o tiene que ver conmigo. No hay mas vuelta de hoja.
—¿Me podéis
decir que pasa?.—Pregunta bastante ofuscada mientras ellas se van
acomodándo por el salón.
—Siéntate.—Dice
Lorena haciéndome hueco en el sofá.
Yo muy obediente me
acerco al grupo y me siento en el medio de todas, se miran entre
ellas como si pensaran quien va a hablar primero y es Lorena quien da
el paso.
—Víctor nos ha
llamado.
Palidezco y trago
saliva en cuanto la escucho. Madre mía..¡Víctor! No le llamo desde
que arreglé las cosas con el rubio, dios, soy una persona horrible,
el ha estado ahí cuando mas le necesité y yo..He pasado de su culo.
—¿A todas?.—
Todas asienten ante mi pregunta. —¿Y que ha dicho? ¿Le pasa algo?
¿Está enfadado verdad?
Lorena coge mis
manos y se pone mas seria de lo que ya está.
—Mira, todas
sabemos que estás súper bien con Sergio, también sabemos que
Sergio y Víctor no se pueden ni ver pero..Víctor te necesita
Mara.—No entiendo nada, empiezo a preocuparme demasiado por que no
sé que es lo que le ha pasado. —Han ingresado a su madre en el
hospital, ella según nos ha contado ya estaba enferma y ahora..Ha
empeorado, ha tenido que irse a La Rioja de nuevo, llamó preguntando
por ti.
¡Ay dios mío!
Suelto las manos de Lorena y las llevo a mi boca para evitar que se
me abra mas aún de la impresión, preocupación y pena que siento en
estos momentos, toda una mezcla de emociones, hasta ganas de llorar
tengo.
—Dios..Dios..¿Por
que no me ha llamado él?.—Preguntó alterada mientras me levanto
del sofá de sopetón.
—Por que sabía
que estabas con Sergio, ese chico se ve que le gustabas y quizá el
hecho de que lo hayas arreglado con tu jefe pues le habrá jodido,
pero aún así..Mara, no sabes la voz que tenía.—Apunta Isa con
carita de tristeza.
En seguida cojo mi
móvil y busco a Víctor en la agenda, un tono..dos y a la de tres
contesta.
—Mara...
—Víctor, lo
siento. No sabía nada. ¿Pero como no me llamas por dios? No importa
que esté con Sergio tu estuviste conmigo en las malas y yo también
debo estarlo.
Le oigo dar un
suspiro cuando yo termino de hablar y también noto como coge aire
para comenzar a tomar la palabra el también.
—No estás
obligada, es solo que..No sé, necesitaba que fueras tú quien me
abrazara. Me jode que después de lo que Sergio hace estés con él,
pero es tu decisión.
En ese momento me
alejo por si tenemos que hablar de los gustos de Sergio en el sexo,
para que las chicas no lo oigan.
—Víctor, acabo
de volver de Sevilla y no puedo ir a La Rioja hoy pero..— En ese
momento una bombilla se enciende en mi cabeza.— Puedo ir el jueves,
puedo..Pasar allí un par de días.
Se supone que el
jueves iba a volver a Sevilla, a la Madrugá pero..Esto es más
importante.
—No quiero
problemas con ese tirillas, con las ganas que le tengo no quiero que
venga.
—Iré
sola.—Respondo rápidamente.
—Él no va a
dejar que vengas sola.
—Él no es mi
padre para decidir ni darme permiso.—Contesto con cierto
orgullo.—Iré en coche, dime por whatsapp que carretera y
demás debo coger. ¿Vale?
El de los ojos
bonitos vuelve a suspirar.
—Vale, gracias.
Tengo que colgar, es tarde y no dejan usar el móvil a estas horas
para no molestar a los enfermos.
—Intenta pasar
buena noche. Estamos en contacto.
Me despido de él y
cuelgo el teléfono. Todavía no me creo lo que voy a hacer y sobre
todo no sé como se lo voy a decir a Sergio sin que se enfade, puesto
que va a querer acompañarme y Víctor no quiere, y si los junto a
los dos eso será una bomba núclear o peor.
Nos sentamos a
cenar unos sandwiches que hemos preparado para cenar algo ligero,
aunque la verdad que por mi ni hubiera cenado por que no tengo
hambre, mientras cenamos comenzamos a hablar de Héctor y Lorena, la
cosa se pone interesante cuando nos cuenta que han usado esposas. ¡Y
parecía tonta cuando la compramos! Por lo visto, el tatuado
arrogante es un Christian Grey o peor, como le vea a mi rizos un solo
moratón me lo cargo, de la ostia que le doy se le borra la tinta de
los tatuajes fijate. Miriam va bien con Jose Luis, tan bien que si no
es por esta reunión no le vemos el pelo, es lo único que odio de
ella, que cuando tiene novio no existe lo demás y ahora que lo tiene
unos días aquí menos todavía. Nerea soltera y sin compromiso,
bueno disfrutando de todo lo que viene y aprovechando la vida, en
realidad me da envidia, ojalá yo fuera tan echá pa' lante como ella
e Isa pues..Bueno, con sus peleas con David como siempre, para que
cambiar la rutina. Después de charlar y fumar algunos cigarrilos las
chicas se van y me quedo sola. Pensando en como decirle mañana a
Sergio que me voy el jueves a La Rioja a ver a Víctor, bueno mas que
a él a apoyarle con lo de su madre.
La mañana en el
trabajo transcurre tranquila, cuando mas gente empieza a entrar es
cuando yo me voy por suerte. Es mi hora de comer y ya veo el pelo
dorado de Sergio por la puerta, sobre saliendo de entre los
percheros, cojo mi bolso con mis pertenencias y salgo a recibirle.
—Mi empleada
favorita.—Dice mientras se acerca a mi y besa mis labios con ganas.
Yo deshago el beso y le esbozo una sonrisa algo nerviosa por contarle
lo sucedido y lo peor no es eso, lo peor es que todos mis estados de
ánimo se me notan en la cara. —¿Todo bien? ¿Que pasó anoche con
las chicas?.
Ay por dios..Ha
preguntado antes de tiempo. Cojo aire y comienzo a caminar con él
para alejarnos de la tienda mientras él no deja de mirarme, cuando
estamos lo suficientemente alejados me paro frente a él.
—Tengo que
comentarte una cosa.
—Dime.—Me dice
con cierta seriedad.
—El jueves no voy
a volver a Sevilla.
El frunce el ceño
bastante sorprendido mirándome.
—¿A que se debe
esa decisión?.—Me pregunta.
—Verás
Sergio..¿Te acuerdas de Víctor?.
Su cara cambia
inmediatamente.
—Oh claro, como
olvidar a aquel que te quitaba el helado de la comisura de los
labios. Que pasa con él.—Su voz ha cambiado, ahora suena molesto.
—Su madre..Bueno
estaba enferma y ahora está ingresada bastante grave. Voy a ir a
verle.
Me mira
intensamente, tanto que clava sus ojos azules en los míos y yo
siento que va a aniquilarme con la mirada, se hace el silencio. No
dice nada y yo tampoco digo nada mas hasta que el decide romperlo.
—Iré contigo.
—No.
Su gesto se
endurece muchísimo mas si es posible y a mi ya me da respeto hasta
mirarle.
—¿Disculpa? No
pienso dejar que vayas sola, ese tío esta deseando que vayas para
que te fijes en él. Esta es su manera de mendigar.
Me quedo perpleja
ante sus palabras. ¿Como coño puede ser tan insensible? Lo miro con
rabia y con decepción.
—¿Que? ¡Su
madre está enferma! ¡No está mendigando nada! ¿Como puedes ser
tan frío?.
—Lo aprendí.—Se
limita a responder.—Si vas a verle, olvídate de mi. No pienso
consentir que estés allí haciendo dios sabe que con él.
Mi sorpresa para
mal va en aumento, ahora mismo solo tengo ganas de cruzarle la cara y
mandarle a la mierda, y no sé como consigo contenerme.
—¿Estás
seguro?.
El rubio no dice
nada. Sólo asiente con la cabeza. Yo hago una mueca asintiendo a
modo de “I'm flipping”. Me acomodo el bolso sobre mi
hombro y comienzo a caminar dejándole atrás a la espera de que
reaccione, pero no lo hace, ha sacado su orgullo a pasear y yo
también he sacado el mío o mas bien lo he encontrado de nuevo por
que lo perdí con Luis. No pienso buscarle ni llamarle, es un puto
egoísta y un frívolo. Por mi, está mas que olvidado.
O.O Que fuerte... ¿Qué habrá pasado entre Sergio y Víctor??...
ResponderEliminarUF esperando el siguiente capitulo
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