3.6
Llegamos en el coche al hotel New York, los defiles de moda se producirán en el gran salón que tienen para ello. Muy educado como siempre Sergio sale del coche cuando el chófer le abre la puerta, acto seguido me tiende su mano y yo salgo con su ayuda, incluso me ayuda a recolocar la pequeña cola del vestido. Camina a mi lado y yo ni si quiera me agarro a él, no sé que clase de gente puede haber aquí, hombre, gente importante seguro pero, si por casualidad tiene algún conocido no quiero que nadie piense cosas que no son. Atravesamos el hall del hotel y yo sigo los pasos de Sergio, hay muchísima gente y muy elegantes todos, se nota que es un desfile especial y que luego hay fiesta por que no van vestidos de forma "casual" como los famosos que suelen salir en la tele cuando acuden a este tipo de eventos.
Mi jefe se abre un poco la chaqueta y saca del bolsillo interior las invitaciones, se las muestra al portero y éste da el visto bueno, pero cuando nos disponemos a entrar para disfrutar del desfile, tres palabras y una conocida voz nos detienen.
—Vaya, vaya, vaya. Mi pareja favorita.
Sergio y yo nos giramos, su voz fina y ronca me suena y con razón, es Víctor. El guaperas del Gran Cañon. Miro a Sergio, al parecer no está muy contento de verle, será por el breve coqueteo que el muchacho tuvo
conmigo esta mañana, se me escapa una sonrisilla al recordar que quiso fingir que eramos novios.
—Víctor. ¿Tú por aquí?— Le dice Sergio mientras ambos estrechan sus manos.
Antes de contestar, el de los ojos bonitos se acerca a mi y me da dos sensuales besos en las mejillas. Ni siquiera reacciono y solo correspondo al último y de forma cordial.
—Soy el encargado de que tengáis buenos aperitivos y bebidas en la fiesta de después.— Responde Víctor casi sin quitarme ojo de encima. —Tengo que decirte amigo mío, que tu novia está preciosa esta noche.— Dice éste mientras pone una mano en el hombro de Sergio.
El rubio reacciona al instante cuando ve que el ojitos bonitos vuelve a la carga. rodea mi cintura con su brazo y me acerca a él besando mi sien y yo me pongo roja como un tomate.
—Lo sé—. Me mira. —Siempre esta preciosa.—
Vale, creo que acabo de morir mientras le escuchaba decir eso con su mirada azul cielo penetrando en la mía.
—Tenemos que irnos Víctor, ya nos veremos.
—No te quepa duda amigo.
Víctor me mira de forma casi perversa y en seguida Sergio se encarga de quitarme de su vista. Nos giramos y aún teniéndome agarrada por la cintura caminamos al interior de la sala, hay muchísima gente, la pasarela está lista y puedo ver de lejos como en cada silla hay un cartel con los nombres de las personas para las que están reservados dichos asientos. Para facilitar el camino entre las sillas , mi jefe me toma de la mano y caminamos con cuidado hasta nuestros asientos, segunda fila, no está nada mal. Ambos nos sentamos y en cuestión de minutos las luces se apagan, quedando solo la pasarela iluminada. El proyector refleja nuestra marca ZARA y ahí es cuando yo observo atentamente. Las modelos comienzan a salir, la colección es de otoño invierno por lo que los colores de la ropa son oscuros, algún que otro tono mostaza pero poco, abrigos, bufandas, jeans, jerseys, chaquetas de cuero...La verdad es que me gusta mucho la colección y sabiendo que tengo descuento quizá me dé algún capricho el próximo otoño.
Después de dos horas el desfile ha finalizado, he podido ver colecciones de grandes marcas y diseñadores, la verdad me he sentido como toda una celebritie, ha sido genial. Nos levantamos y esperamos a que el barullo de gente se vaya para salir con mas tranquilidad, ahora nos toca ir a la fiesta lo que me supongo que será en otro de los salones de este maravilloso hotel.
Llegamos a dicho salón sin atravesar el hall, está en el mismo pasillo que el lugar en el que hemos visto el desfile, entramos sin problemas y ala, abarrotado de gente incluso veo a alguna modelo por ahí comiendo algunos canapés.
—¿Que quieres beber?— Me pregunta el rubio.
Yo me encojo de hombros.
—Lo que quieras.
El asiente y con media sonrisa se separa de mi para ir a buscar alguna copa de algo, digo copa por que es lo único que veo, copas sobre las bandejas. Me quedo sola casi en la entrada del salón observando todo mi alrededor, gente vestida casi de gala, alguna que otra celebritie perdida entre la multitud y lujo, mucho lujo, con la crisis que hay en España..Tiene huevos la cosa. Sigo inmersa en mis pensamientos observando el ambiente que me rodea hasta que un murmuro cerca de mi oído irrumpe en ellos.
—Buenas noches, de nuevo.
Doy un respingo al no esperarmelo y me giro, es Víctor, otra vez. Le dedico la mejor sonrisa que puede salirme en ese momento y luego los dos nos reímos por el pequeño susto que me ha dado.
—Siento haberte asustado. ¿Has disfrutado del desfile?.— Me pregunta el chico.
—Sí la verdad, ha estado increíble, no tiene nada que ver de como se ve en la televisión.
El de los ojos bonitos frunce el ceño y me mira.
—¿Eres andaluza?
—Sí.— Asiento.
—¡Vaya yo también!.— Me dice el joven entusiasmado y yo sonrío ampliamente. Me alegra mucho conocer a un andaluz entre tanto acento madrileño y tanto inglés. —Dejáme adivinar...Sevilla.
Abro los ojos como platos y rio asintiendo.
—¡Si! ¿Y tú? No te pillo el acento.
—Cádiz, pero llevo bastante tiempo viviendo en La Rioja.
Asiento levemente en señal de que entiendo el por qué no le cojo el acento, casi lo ha perdido al vivir tanto tiempo en otra ciudad, suele pasar mucho a los andaluces que emigran de despeñaperros para arriba.
—Bueno. ¿Que haces sola? ¿Y tu novio?
—¿Quien? ¡Ah si! Sergio ¿no?.— Víctor asiente riendose —Ha ido a por algo de beber.
—Hay un champán excelente.
Me responde el guaperas, de repente veo que frunce el ceño mirándo tras de mi y alza ambas cejas apretando los labios poniendolos en línea recta.
—Pues..Creo que ha encontrado algo que no son las bebidas.—Me dice y entonces me giro. Veo a Sergio hablando con una rubia, mas que hablando estan..Dios la tiene pegada a él y casi le esta tocando el culo. ¿Pero de que coño va este tío? Me quedo boquiabierta mirando la escena. —Tranquila.— Dice Víctor al ver mi reacción. —Seguro que es sólo una amiga, si tiene novia debe de haber cambiado.— Yo ni si quiera contesto, sólo quiero que mi estúpido jefe mueva el culo hacia mi en este momento, estoy cabreada, mucho, a mi este gilipollas no me torea.
Me cruzo de brazos y cuando menos me lo espero..¡zas! Se besan, se estan besando y el casi se la esta comiendo, mis brazos se descruzan solos lentamente y yo trago saliva para evitar que mis ojos se llenen de lágrimas y entonces Víctor añade.
—Pues..Se ve que no. Que no ha cambiado.
Me largo de allí inmediatemente y lo más rápido que los tacones me lo permiten. Cruzo el hall y nada más salir del hotel cojo el primer taxi que veo en la puerta, indicándole el hotel al que quiero ir. En el camino miro por la ventanilla y sin querer dejo que un par de lágrimas broten de mis tristes ojos verdosos, recordando una y otra vez el beso que le ha plantado a aquella rubia, otra rubia. ¿Que coño le pasa a los tíos con las rubias? ¿Tan fáciles son? Niego con la cabeza y me limpio las lágrimas rápidamente, se acabó, no voy a volver a llorar por un tío y menos por uno que no es nada mío ni lo será jamás.
Hago las maletas, ya tengo mi billete de vuelta a España reservado y mi avión sale en una hora y media, Sergio ya tiene buena compañía en este viaje, no me necesita y yo no quiero seguir viendo como se morrea con la primera tía que se le planta delante, prefiero volver a España, con mis amigas y mi trabajo y es lo que pienso hacer.
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ResponderEliminarMe encanta esta historia pero cada vez son mas cortas.... Es posible que sean mas largos o publicar mas capítulos.... De antemano muchas gracias por compartir esta historia
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