Capitulo 1.10

                                                                             1.10

—Vaya , la bailarina del reina bruja.—

Me dice el rubio mientras cierra la carpeta que llevaba en la mano , apoya ambas sobre la mesa y se inclina interesado , me mira fijamente y con una sonrisa un tanto perversa y se humedece los labios con la lengua , al ver eso yo me tenso y me pongo lo mas erguida posible en el respaldo de la silla cruzando las piernas. Trago aliva y cojo aire por la nariz soltandolo por la misma.

—Soy Mara García , un placer señor Fernández.

Lo miro y el suelta una pequeña risa ¿de que coño se rie? No me hace gracia esta situación , mi gesto sigue serio , no me saldría una sonrisa en este momento ni queriendo , él , con aire chulesco se vuelve a echar hacia atras sobre el repaldo de su asiento.

—Bien , señorita García. Empezamos bien si ya sabe mi apellido , soy Sergio , Sergio Fernández su jefe. Me han dicho que ha solicitado el traslado desde Sevilla , pero la vi el viernes en el Reina Bruja. Así que..Deduzco que lleva aqui varios días. ¿No es así?

Entre abro la boca y frunzo el ceño mirandole ¿y a usted que le importa? Relajate Mara , venga es tu jefe , cambia esa cara y responde lo mas amable que puedas.

—Llegué el viernes. Pero no entiendo que tiene que ver eso con mi entrevista.

Ea , adiós amabilidad. Es que es inevitable , soy una borde de nacimiento es imposible que no me salga ese lado. Él alza una ceja , parece que mi insolencia lo ha desconcertado , me mira y se vuelve a apoyar sobre la mesa.

—Cuide esos impulsos señorita García soy su jefe. ¿Por que ha pedido el traslado?

—Motivos laborales , es obvio.

Vuelve a soltar una pequeña risilla cuando respondo a su pregunta y abre de nuevo ea carpeta que traía en sus manos , busca una hoja en concreto y cuando la tiene la saca y lee en voz alta:

 El motivo del traslado es debido a malestar general y principios de depresión , yo su encargada le he recomendado un cambio de aires y le he elegido Madrid para su pronta recuperacion y su continuidad en nuestra empresa.

— No debería mentir señorita García. Tengo aqui su expediente laboral así que..Yo que usted iba con la verdad por delante. Odio las mentiras.

Abro los ojos como platos , estoy flipando , y lo peor es que la he cagado , tiene razón debí haberle dicho el verdadero motivo , no tiene nada de malo ni es algo de lo que me tenga que sentir avergonzada , asiento al oirle , y bajo la mirada.

—Lo siento señor , no pensé que diera una buena imagen contarle el verdadero motivo. No volverá a ocurrir.

—Eso espero. Así que..¿Depresión no?—. Asiento. —¿Puedo saber por que?.—

—Prefiero que no si no le importa.

El hace una mueca no muy convencido de mi respuesta , no esta conforme , quiere saber cual es el motivo de que haya estado o siga depresiva , pero no voy a contarselo. El rubio se echa de nuevo hacia atrás en el respaldo de su silla y vuelve a mirar mi expediente laboral. Despúe de revisarlo lo deja sobre la mesa y vuelve a inclinarse un poco , apoyando las manos y me mira.

— ¿Podrías empezar hoy mismo?

Yo sonrío entusiasmada y asiento.

— ¡Por supuesto que si! ¡Nada me gustaría más!.

Él rubio sonríe , vaya , que sonrisa mas bonita tiene , es mas guapo asi que cuando se pone chulo y serio. Se levanta y rodea la mesa hasta llegar a mi , luego me toma de la mano y hace que me ponga de pie..Dios..Piel con piel , estoy hasta nerviosa , no sé que tiene este hombre que impone tanto. Estoy de pie frente a él y besa mis nudillos mirandome con sus intensos ojos azúles , yo trago saliva , hace como seis meses que un hombre no me mira así pero me mantengo firme , sin que se noten mis nervios.

— Bienvenida , Mara. Mi secretaria te dirá en que tienda empiezas y el horario.

Yo asiento al escucharlo y suavemente aparto mi mano de la suya dando un paso hacia atrás.

— Gracias señor Fernández. Es un placer trabajar aquí.

El rubio me sonrie levemente y yo le devuelvo la misma sonrisa dandome la vuelta y caminando hacia la puerta , escucho como resuenan mis tacones en el parqué del despacho y abro la puerta saliendo de el mismo. Allí me encuentro a Nerea , no sé si está esperandome o ha sido casualidad , se acerca rápidamente a mi.

—¿Que tal ha ido?.

—Bueno...— Me hago la desilusionada para que piense que no me han cogido.— ¡EMPIEZO HOY! —

Exclamo con una sonrisa de oreja a oreja y ella se tira en mis brazos achuchandome.

—¡Me alegro mucho! ¡Vamos a trabajar casi juntas!.

Frunzo el ceño y me separo despacio.

—¿Casi juntas? ¿Y ese casi?.— Ladeo la cabeza mirándola.

—Bueno yo soy la secretaria de Sergio , así que tecnicamente sólo te veré cuando tenga que ir con el a ver como van las tiendas o tu tengas que venir para algo.

¿La...que? ¿La secretaria de Sergio? Madre mía , ha pasado de ser pizzera a ser secretaria de un jefazo. Que jodía la tía , pero bueno se lo merece la verdad , ademas con lo guapa que es el puesto le viene de maravilla.

—Vaya, como has subido escalones eh..

Ambas reímos y ella me conduce hasta su mesa , se sienta en la silla y mira en su ordenador y luego en un cajón donde tiene varios archivadores. Revisa y revisa , me empiezo a poner nerviosa , espero que la tienda no esté lejos de casa y si lo está que pueda aparcar por lo menos por que si no..Mal lo veo. Teclea un poco en su ordenador y finalmente me mira.

— A ver cari , Sergio te ha buscado la mas cercana , Calle Alcala numero 376. ¿Te viene cerca de casa verdad?.

Yo asiento. ¿Sergio? Vaya que mono , al menos me la ha buscado justo al lado , con lo gilipollas que parece , además tiene pinta de niñato , alto aproximadamente un metro ochenta , fuerte , rubio y de ojos azules como el cielo , y una sonrisa preciosa aunque me da a mi que este hombre se rie poco , no me he podido fijar en mucho mas , pero es algo asi como un Alexander Skarsgard a la española de hecho , el color gris le sienta muy bien. 

Me despido de Nerea , tengo que buscar esa tienda para empezar a trabajar ya luego quedaremos para tomarnos algo o como dicen aqui: Para tomar unas cañas. Camino hacia el ascensor y espero a que llegue , una vez llega entro y pulso el botón hacia la planta baja y mientras desciende me quedo pensando en mi jefe , es guapo muy guapo y el hecho de tocar su piel no sé..Me ha hecho sentir un pequeño hormigueo que hacia mucho que no sentia y..¡BASTA! No Mara , se acabaron los hombres por una larga temporada , un año sabático , nada de hombres solo fiesta , alcohol y risas. Cuando me doy cuenta ya he llegado a la planta baja y las puertas del ascensor se abren , salgo de este y feliz de la vida saco el movil , tengo no se cuantos WhatsApps de todo el mundo preguntandome que tal ha ido así que voy a entretenerme y a responderlos mientras vuelvo al metro para llegar de nuevo a la Calle Alcalá.